¿Qué son las oficinas líquidas?
Del mismo modo que el agua se adapta al vaso en el que la vertemos, los espacios de trabajo también deberían de ser capaces de amoldarse a las necesidades concretas de cada empresa a lo largo del tiempo. De esta idea, surge el concepto de oficinas líquidas, que promueve la flexibilidad en los entornos de trabajo.
El concepto de oficina líquida está muy relacionado con la “modernidad líquida” que acuñó el sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Con este concepto quería referenciar la volatilidad y transitoriedad del mundo actual.
Esta idea se traslada ahora a los espacios de trabajo con las oficinas líquidas. Este término fue introducido en el Cuaderno de Tendencias del Hábitat 19/20, tratando de poner en valor la necesidad de crear oficinas flexibles, volubles y que se adapten a los cambios. Tal y como dicen en el documento: “la oficina pasa de ser un contenedor de puestos de trabajo a un espacio con capacidad de articular una red de creatividad y de sinergias”.
Las oficinas líquidas abren paso, por tanto, a una nueva tipología de oficinas pensadas para servir a las personas instaladas y potenciar las actividades que allí se desarrollan. Se trata de poner en el centro del diseño las necesidades de los empleados, optimizar recursos, generar nuevos lugares de encuentro dentro de la empresa y dejar las puertas abiertas a los cambios a través de centros de negocios personalizados. Es la flexibilidad por antonomasia.